De cómo las ballenas eran peces

Muchas representaciones actuales del saber antiguo y medieval lo empequeñecen o ridiculizan: ¡creían cosas tan raras! Sin embargo, un acercamiento respetuoso y desprejuiciado a las obras que conservamos permite una reflexión más madura, la relativización de muchas ideas recibidas sobre qué se sabía y pensaba en épocas pasadas y el reconocimiento de continuidades con los saberes y valores actuales.

Vamos a la General estoria, como ya otras veces en este blog, para mostrar lo que digo. Un buen ejemplo lo vemos en la organización zoológica según la cual delfines, orcas, ballenas o focas son peces:

Cuenta Plinio en el ochavo libro de la Natural estoria en el ochavo capítulo que el delfín es más ligero pez que otros e más entendudo, e que ama mucho cantos e estrumentos, e que·s afaze mucho a los omnes e enamoras d’ellos, e caválganle e tráelos por la mar por ó ellos quieren trebejando con ellos, e desí que los torna a la ribera. (GE4,I,82)

un su nieto que le tornara el sol en el pez a que llama el latín foca (GE2,II,175),

El elemento del agua figuravan por razón del mar en semejança de varón, otrossí de una grand imagen, e coronada, e non apuesta mas desavida, e como en semejança de quien espanta. E las sus vestiduras de dos colores, ca tantos á proprios ell agua, de jalde e de verde. E por las vestiduras señales de todas aquellas cosas que se crían en el agua, de ballenas e de orcas e de todos los otros pescados que en las aguas á, e de las cosas que se crían aderredor de la mar e de la su natura; e el cuerpo figurado d’esta guisa: de la cinta arriba como de varón, e dend ayuso como de pez, con escamas e su cola. (GE1,I,167)

El uso de pez o pescado para las ballenas, delfines y otros mamíferos podría verse como un error, un error que cualquier niño de Primaria sería capaz de identificar. ¿Eran tontos los medievales, usando los hiperónimos pez y pescado para mamíferos?

No. Lo que ocurre es que pez y pescado englobaba elementos distintos a los que engloban actualmente, por la existencia de una clasificación de los animales radicalmente distinta. Los alfonsíes, como su fuente principal en estos segmentos (Plinio) saben que los delfines y ballenas son peces diferentes a otros, pues enseneldan (tienen respiración pulmonar), paren hijos vivos y les dan de mamar (paren … e crían sos fijos a sus tetas). Simplemente, para ellos son peces todos los animales que viven en el agua: «son las animalias de las aguas fascas los peces.» (GE1,II,232-3)

E departe allí que son los delfines de los peces que enseneldan, e que yendo so ell agua tras la caça que retienen ell enseneldo luengo tiempo, e cuando quieren ensalendar diz que salen a ello a somo dell agua. […] E ayúntanse como otras animalias ý á e empréñanse, e paren en el tiempo del verano a diez meses de cuando se empreñan, e crían sos fijos a sus tetas como las ballenas. Ca las ballenas enseneldan otrossí como los delfines (GE2,I,253)

Y ¿qué clasificación de los animales utilizaron los alfonsíes? En la General Estoria se citan varias, algunas más relevantes en la obra y otras menos. Mostramos dos: la clasificación por elementos (animales del agua, aire, tierra y fuego) y por número de patas:

Del departimiento de las animalias en cadaún elemento. Sobre las mezclas de animalias de naturas departidas e desí mezcladas entre sí unas con otras tenemos que es de catar cómo se fazen, mayormientre en las creaturas de los tres elementos, que son ell agua, la tierra, ell aer. Mas aquí es agora otrossí de saber que cadaúno de los cuatro elementos á sus creaturas, de que fallamos que llaman los sabios animalias a todas. (GE1,II,579)

e en las animalias de cuatro pies, e de más pies e de ninguno, que son en los cuatro elementos; de cuatro pies como el león e el toro, el cavallo e las otras animalias tales; de más pies de cuatro como muchos gusanos que á ý de muchos más pies; de ningún pie, como las serpientes, las culuebras, las sanguisuelas e de las lombrizes e de muchos gusanos; de dos pies como ell águila e las otras cosas tales, e otrossí dell omne, que es de dos pies, peró que dize Plinio que á ý tierra ó los omnes an un pie e non más (GE1,II,584)

Para terminar, recuerdo que en la Annual Conference of the European Society for Textual Scholarship celebrada en Leicester en 2015 se presentaron los resultados de un experimento fascinante: en un libro de remedios médicos del siglo IX, en anglosajón, se encuentra una receta para una pomada para curar infecciones oculares. Esta pomada contiene, entre otras cosas, ajo (garleac) y otro nombre de verdura que se duda si identificar con puerro o cebolla (cropleac):

garleac

Y el experimento fue este: se hizo la pomada (parte con cebolla y otra con puerro, para más seguridad) y funcionó:

Scientists recreated a 9th Century Anglo-Saxon remedy using onion, garlic and part of a cow’s stomach. They were «astonished» to find it almost completely wiped out methicillin-resistant staphylococcus aureus, otherwise known as MRSA.

Puede leerse la noticia completa en

http://www.bbc.com/news/uk-england-nottinghamshire-32117815

 

Belén Almeida Cabrejas
Datos de vocabulario:

afazer(se): acostumbrar(se)
ayuso: abajo
desavido: feo, terrible…
desí: después
ensaneldar / enseneldar: respirar
fascas: , es decir,
figurar: representar en figura, pintar…
ó: donde
trebejar: jugar
yuso: abajo

 

Para leer más:

Belén Almeida (2016), «Entre imaginación y realidad: la presencia de los animales en la General Estoria«, en Xochiquetzalli Cruz Martínez y Penélope Marcela Fernández Izaguirre (coords.), De animalibus: la presencia zoológica en la literatura, México, Facultad de Filosofía y letras de la Universidad Nacional Autónoma de México, 81-113. [disponible en Academia.edu]

Alfonso X (2009), General Estoria, Primera parte, ed. Pedro Sánchez-Prieto Borja, Biblioteca Castro.

Alfonso X (2009), General Estoria, Segunda parte, ed. Belén Almeida Cabrejas, Biblioteca Castro.

Alfonso X (2009), General Estoria, Tercera parte, ed. Pedro Sánchez-Prieto Borja, Biblioteca Castro.

Alfonso X (2009), General Estoria, Cuarta parte, ed. Inés Fernández-Ordóñez, Biblioteca Castro.

Alfonso X (2009), General Estoria, Quinta parte, ed. Belén Almeida Cabrejas y Elena Trujillo Belso, Biblioteca Castro.

Alfonso X (2009), General Estoria, Sexta parte, ed. Pedro Sánchez-Prieto Borja y Belén Almeida Cabrejas, Biblioteca Castro.

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