Hace unos años, edité junto con Rocío Díaz Moreno unos inventarios de bienes de conventos de la provincia de Guadalajara de 1835 y 1836. Estos documentos, realizados con ocasión de la desamortización de Mendizábal, listaban propiedades de distintos conventos de la provincia, concretamente del de carmelitas descalzos de Budia, del de franciscanos de Auñón y Brihuega y del de jerónimas de Brihuega. En estos inventarios, se recogían muebles («Vna mesa de cocina vieja», «Cinco malas sillas de Aneas», «Siete Mesas de Nogal en el Refectorio»), árboles («tres Perales, cuatro Guindos, un ciruelo y dos Higueras»), alimentos («Lo primero trece fans. de trigo de mediana calidad»), libros («Seis El Tostado», «Veinte y dos tomos en pasta, obra titulada Anales dela Yglesia»), objetos de culto («Cuatro cortinillas de sagrario», «Vn Ostiario de estaño», incluso «Vn yerro pa. hacer ostias»), cuadros devotos («Vn cuadrito qe. representa el transito de S. Franco.»), vajilla («Nuebe platos pequeñitos», «Vna tinagilla pequeñita», «una Chocolatera de Lata»), ropas («Vna almoada con su enfunda», «Dos paños pa. la barba»), animales («Una Mulita Castaña tuerta de treinta años con su albarda»), y en el de las monjas jerónimas de Brihuega, también propiedades inmobiliarias, como casas y tierras.
Los inventarios resultan interesantes por su relación con la vida diaria de frailes y monjas, pero nos interesaron también mucho los numerosos topónimos de la zona cercana a Brihuega que se encontraron en el documento citado. Se trata de topónimos menores, que marcan los límites o la ubicación de tierras que las monjas arrendaban a diversos vecinos, sin que muchas veces, por el «trastorno y confusión con que se hallan la mayor parte de los documentos» y el «descuido de los mayordomos anteriores para hacer las cobranzas», llegasen a cobrar, circunstancia a la que se deben «los infinitos adeudos atrasados é incobrables que se vén en el mismo y que ván espresados en la mejór forma que ha podido hacerse», como se quejan los comisionados encargados de realizar el inventario.
La presentación de cada tierra se hace presentando sus características, el lugar donde se encuentra y sus lindes:
Ydem Otra tierra con diez Olibos de fanega y media en la Solana de Valdebruscos linda vinculo de D Manuel de Cabria y tierra Olibár de Juan Solano
De este modo, se ven en este largo documento, conservado como el resto de los citados en el Archivo Histórico Provincial de Guadalajara, numerosísimos topónimos menores de la zona de Brihuega, Valdesaz, Torija, Muduex, Trijueque, La Olmeda, Valfermoso de Tajuña, Aldeanueva, Pajares, Barriopedro y Taragudo.
Para saber más sobre estos topónimos (que se recogen todos al final de esta entrada), pedí ayuda a Jairo J. García Sánchez, experto en toponimia, profesor en la Universidad de Alcalá y compañero de fatigas doctorales, hace ya un tiempecito.
Entre los topónimos de la lista, los hay de diferentes tipos, como hidrónimos (por ejemplo los que denominan fuentes, como la Fuente del piojo), y muchísimos odotopónimos (los que nombran caminos, sendas…, como Camino de Juan Barbero o senda de Fuencaliente). Una de las primeras dudas que consulté es si estos elementos son verdaderamente topónimos. El profesor García Sánchez me respondió que sí, pues tienen la función de designar un lugar o un componente del terreno y distinguirlo de otros, función que es más importante que su significado; el Camino viejo no es cualquier camino viejo, sino uno solo así llamado; sin embargo, a veces es difícil decidir si en un elemento como monte Pardo, por ejemplo, el componente monte forma parte del topónimo. La escritura de estos topónimos (que mezcla mayúscula y minúscula inicial, como se puede ver en la lista) puede remitir a una duda de este tipo en quien escribió el documento (que escribe regularmente mayúscula en los nombres de ciudades, por ejemplo).
Los topónimos de este tipo, aunque suelen surgir (como otros) de la descripción de un lugar, se mantienen incluso si el lugar ha perdido el elemento por el que en principio se denominó, y así un lugar llamado fuente de las Llanadas, las Membrilleras o los almendros puede seguir recibiendo ese nombre incluso cuando ha desaparecido la fuente o los árboles que fueron la motivación para que recibiese ese nombre. Lo ideal, me explicó Jairo, sería ir al pueblo para comprobar (preguntando a personas de allí) si sigue existiendo un lugar así llamado y (reconociendo el paraje) si aún existe el elemento que, a lo que parece, le dio nombre.
También comentó cómo, por ser los topónimos palabras que remiten a una época y a un estadio lingüístico, diversos elementos que los forman tuvieron un valor diferente al que hoy les damos. Por ejemplo, los sufijos -ón con valor diminutivo en Malagón o Torrejón, o -ejo sin valor despectivo (que parece predomina hoy) en La Canaleja o el moralejo. Precisamente eso me llevó a hablar de los numerosos sufijos diminutivos que se encuentran en estos topónimos: sobre todo illa/o (el Negrillo, el Cerrillo de la muela, el hombrillo, los Molinillos, las Casillas, los Cerecillos), pero también -eja/o (las Paderejas, el Vallejuelo, el Ballejo), -uela/o (los Rebajuelos, el Cabezuelo, la Fuente del Oyuelo, el Vallejuelo; en este último se ve un fenómeno no infrecuente: la doble sufijación). Yo pensaba que la preponderancia de –illa/o podría ser debida a la importancia de este sufijo en épocas pasadas; Jairo J. García Sánchez opinó que era lógico pensarlo así, pero me recordó que existe la tendencia a preferir uno u otro sufijo diminutivo en función de la consonante final de la base. Así, por ejemplo, -ejo estaría más limitado porque se aplicaría en principio solo a los radicales en -ll y a las palabras terminadas en -r y -l. Naturalmente hay excepciones.
Uno de los elementos más repetidos entre los topónimos es carra, escrito junto al que sigue o separado de él: Carramuduex, Carratorija, Carratrijueque, Carra Brihuega, Carraita, incluso Camino de Carra Guadalajara o Camino de Carrayta. Este carra remite al latín carraria (‘carrera, camino’), por lo que debería ser redundante hablar de Camino de Carrayta, pero quizá Carrayta pasó a designar un lugar o paraje y no un camino. Esto, así como otros topónimos como Fuente de Fuencaliente, es síntoma de desemantización. Este proceso es muy conocido y citado con ejemplos como «puente de Alcántara» (qantara es ‘arco’ o ‘puente’ en árabe) o «río Guadiana» (wadi es ‘río’ o ‘valle’ en árabe), pero, como se ve aquí, se produce también cuando se convierten en verdaderos topónimos elementos romances.
Sobre los nombres propios que aparecen en algunos topónimos, como Camino de Juan Barbero, hera de Roman, la fuente de Pedro Miguel, los Corrales de Pedro Vela o el cuarto de Garrido, Jairo me indicó que podrían ser verdaderos antropónimos de una persona que hubiera vivido allí, hubiera sido el dueño de una propiedad, etc., pero dijo también que en ocasiones no lo son: por ejemplo, ya Emilio Nieto Ballester señaló que muchos topónimos que presentan el elemento Juan tenían originalmente Fuen- (y denominaban fuentes). Una búsqueda de motivación para los topónimos lleva con frecuencia a su modificación. Por cierto que el cuarto de Garrido es el único topónimo del que se indica el origen en el documento: “porque en lo antiguo aorcaron a uno de este apellido”.
El lugar llamado mata judíos fue mi siguiente pregunta: ¿es realmente un lugar donde podría haberse matado a judíos, es eso posible en toponimia? El profesor García Sánchez respondió que más bien se trata de nuevo de una búsqueda de motivación para un topónimo, y recordó el caso de la localidad de Burgos Castrillo Matajudíos, que ha cambiado recientemente su nombre a Castrillo Mota de Judíos pero que quizá tuvo en su origen ese nombre. Este «mata judíos» de la localidad de Fuentes puede haber sido también en origen un «mota de judíos», por vivir muchos en esa zona, u otro nombre referido a la presencia de judíos en el lugar (por ejemplo con mata, que también es un apelativo común en toponimia, con el sentido originario de ‘porción de terreno poblado de árboles de una misma especie’). Algo parecido a lo que pasó con la localidad (hoy desaparecida) de Castil de Judíos, cerca de Molina de Aragón, desde donde (como puede leerse en un panel de la exposición virtual que publicamos en el blog sobre minorías étnico religiosas en los documentos de CODEA) bajaban a Molina los sábados muchas mujeres judías, según la confesión de Juana Fernández a la Inquisición (1496):
“las que bebían en el Castil de Judíos venían cada sábado compuestas a ver las de abaxo, y que su madre de este testigo dezía: “Mirad quáles vienen estas judías compuestas”.
Términos tan novelescos como la Degollada, la Abarienta, la requejada, atrajeron mi atención. Pregunté a Jairo por ellos, y me dijo que no cree que designen a mujeres (una degollada, por ejemplo), sino parajes con unas características determinadas: requejo, me explicó, es frecuente en la toponimia con el sentido de ‘angostura’, ‘lugar arrinconado’, mientras que degollada denomina un paso entre dos alturas, una quebrada. Hay que ir a la zona, me recomendó, y examinarla; hablar con las personas que viven allí y conocen los parajes…
Por último, hablamos del valor de los topónimos para evocar. Vivir en un lugar con un bonito nombre, o con un nombre que no sea «feo», es sin duda preferible para la mayoría de las personas. Una población como Asquerosa cambió su nombre en Valderrubio, aunque el topónimo no estaba relacionado con asco; en cambio otros topónimos como Ampudia o Budia, que pueden derivar respectivamente de fonte putida y de (aqua) putida, se conservan, perdida la conciencia de ese origen. Curiosamente, entre los topónimos de Valdesaz se encuentra la fuenpodrida.
Para saber más:
Jairo J. García Sánchez, Atlas toponímico de España (http://www.arcomuralla.com/detalle_libro.php?id=652)
Una selección de artículos sobre toponimia, también de Jairo J. García Sánchez, aparecidos en la sección “Rinconete” del Centro Virtual Cervantes: http://cvc.cervantes.es/el_rinconete/busqueda/resultadosbusqueda.asp?Ver=50&Pagina=1&NombreAutor=Jairo%20J.&OrdenResultados=2.
Una entrevista a Jairo en un blog dedicado a la geografía: http://www.geografiainfinita.com/2015/04/los-toponimos-que-hoy-nos-parecen-indescifrables-pueden-dejar-de-serlo-en-el-futuro/
Sobre los inventarios citados, publiqué con Rocío Díaz un artículo sobre ellos:
Belén Almeida y Rocío Díaz (2012), “Estudio lingüístico de inventarios de conventos de Guadalajara en la época de la desamortización”, Revista de Historia de la Lengua Española, 7, 39-70.
Belén Almeida
Topónimos menores citados en el documento (de 1836)
Brihuega (pueblo):
Calle de la Estrella
calle de las monjas Geronimas / Calle de las Monjas
Calle del Sauco
Calle llamada de los frayles
Calle Sinagoga
Carraita
Plazuela de San Felipe
Brihuega (tierras):
Alberca, la / Arberca, la
Atalaya, la
Batanes, los
Cabezada, la
camino de Albendiego
Camino de Carra Guadalajara
Camino de Carrayta
Camino de Fuencaliente
Camino de Juan Barbero
Camino de la Naba cuadrada
Camino de la Ranera
Camino de las cinco Nogueras
Camino de los Olmos de Llano
Camino de los Yesares / Senda de los Yesares, los
Camino de san Roque
Camino del Cascajal
Camino real
Camino viejo que vaja al Cascajar
Canaleja, la
Carra Guadalajara
Carra muduex
Carralasmuelas
Carrapajares
Carrayta
Cascajár
Castillejo, el
cinco Nogueras de Quiñoneros, las
Coronilla, la
Cubo del Molino de Fuencaliente
Fuente de Fuencaliente
Fuente del piojo, la
Gotillas, las
heras altas
Heras del agua, las
heras del Barrionuebo
Huerta de Juan Barbero
Huerta de la Eruela
huerto de Bacarizo
Majano Baratero, el
Membrilleras, las
Molino de Ribas, el
moralejo, el
Nabas, las
Negrillo, el («donde llaman el Negrillo»)
Nomon, el
Olibár de Trillico
Ollera, la
Olmos de llano, los
oyuelo, el
Pastrana, la
Peña del Gallo, la
Peña, la
pozo de los Capirotes, el
presa del Molino, la
puerta del Barrionuevo, la
Quiñoneras
reguera de la Fuente, la
Reguera, la
Renera, la / Ranera, la
Riberas de los Batanes de Fuencaliente, las
San Lázaro
Santa Ana
Santa Ana
Senda de Fuencaliente
senda de la Solana
senda de la Trabiesa
Senda de la Yguera
Senda de los Batanes
Senda de los Batanes de Fuencaliente
Senda de los frailes
senda de los ladrones
Senda del Caballo
Senda del Caballo
Solana de fuencaliente / Solana de Fuencaliente
Solana de Valdebruscos
Terrerías, las
Tobares, los
Torre cuadrada, la
Valdeatienza
Valdebecerros
Valdelogroño
Valdeperales
Vega, la
Veguilla, la («en termino de la Veguilla» y «en dicho pago de la Veguilla»)
Veguillas de Valdelogroño
Vera Cruz, la
Zarza, la (donde llaman la Zarza)
Malacuera (tierras):
allagares, los
almendros, los
Arrabal, el
Avarienta, la (Abarienta, la)
Ballejo, el
Barranco de la Fuente, el
Barranco de Malacuera, el
Barranquera, la
boca del Prado Redondo, la
Calzadizos, los
Camino de la Ranera, el
Camino de las Desillas
Camino del Ontanar
Camino del oyo, el
Cañada del Pedazuelo, la
Cañamares, los
Cerrada, la
Cerro de las Laberas, el
Coronilla, la
Corral de la Abuela
Cruces, las
Degollada, la
fuente de las Llanadas
Fuente de las Quebradas, la
Fuente del ojo, la
Fuente llamada las llanadas, la
Fuentecilla, la
hera de Roman, la
heras, las
juego de Bolos, el
Laguna, la
Llanadas, las
majadillas, las
muñeca de Valencoso, la
Noguerillas, las
Olibilla, la
Orcajada, la
Oya de la arena, la
oyo del Camino, el
Peña de la Grillera, la
Peña, la
Piedra Llana, la (piedra llana, la)
piedras de Andrés, las
Pontón, el
Postigo, el
Prado del Olmo, el
Prado Redondo, el
Presa, la
Quebrada de Valdehuetes, la
Quebrada, la
Quemado, el
robles, los
Senda de la Casa, la
senda de la Ombría
senda de los yesares, la
torrequemada
Torrequemada
Valdelacerrada
Valdeparedes
Valermoso
Vallejuelos, los
Vega, la
Velasco
Verdeja, la
Yesares, los
Zarza, la
Valdesaz (tierras)
arrastraderos, los
Baldebrieba
Bodega, la
Calera, la
Camino de la Deesa
Camino de Romancos
Camino de San Pedro
Cañada de la Casilla, la
Carralanaba
Casillas, las
Cequia, la
Cerrillo de la muela, el / Carrillo de la muela, el
Cerrillo de la peña gorda, el
Chorrera, la / Chorrea, la
Cubillo, el (también la fuente del Cubillo)
Cuesta de la Labera, la
Cuesta del Rebollar, la
fuenpodrida, la
Fuente de la Barca, la
Fuente de la Zarza, la
Heras de la Vodega, las
hombrillo, el
Ladera, la
Larguillas, las
Lobera, la
Mojón blanco
moledores de Trijueque, los
Molinillos, los
Moraleja, la
Oracillas, las
Parrillas, las
pedrajal, el
Presa, la
Puentecilla, la
Robles altos, los
San Roque
Sarbalejo, el
Valde Archilla
Torija (tierras, olibares y viñas):
anijunto, el
Arroyo Mingalbaro, el
Boquilla de Mingo Sancho, la
Camino de Valdegrudas
Carra Guadalajara
Carrascalejos, los
Ciruelas (término de)
Empedrado, el
Obejas, las
rebajo mioro, el
rebajuelos, los
Rebollosa (término de)
Rical, ondo del
Vallejo San Yuste
Valles de Mingo Sancho, los
Muduex (tierras):
Barranco, el
Cerecillos, los
majada, la
Maquero, el
Olibos de las ánimas, los
Prados de abajo, los
Quintanar, el
Fuentes (tierras):
alto de San Fabián, el
Carramuduex
Carratorija
Carratrijueque
Cornijal, el
Corral grande, el
Corrales de Pedro Vela, los
Fuente Pedro Miguel, la
mata de la Berruga, la
mata judíos
Matilla, la
Molino, el
muela piedra, la
Nabaquemada, la
paderejas, las
Peña Vajar
Pradillos, los
Puente del Val, la
requejada, la
senda de Valdearenas, la
Valdebriega
Vega, la
Trijueque (tierras)
Alcarria, la
Cabezuelo, el
Calerón, el
Carra Brihuega
Carril de las animas, el
Lagunilla, la
Olmo grande, el
Paderejas, las
Peralejos, los
Trillas, las
Vallejo Marin*, el
Viña del Val, la
La Olmeda (tierras):
Balquedar, el
Bega de Romera, la
Berdinal, el
Canal, el
Chorrea, la
Chorrera, la
Cobachuela, la
Cruz, la
Fuente del Oyuelo, la
Fuentecillas, las
Huertos, los
Llantas, las
Llorentes, los
majuelo del moral, el
Molinillo, el
Noguera Seca, la
Olmos, los
Oya de Basilio, la
Oya de las Heras, la
Oya redonda, la
oyas de las Casas, las
pasadero, el
Peña larga, la
Peña, la
Pozo, el
rayces Saladas, las
Sal Varbanjas, el
Sanquilbo, el
Santa Ana
Tejar, el
Valdecasas
Vallejuelo (término de)
Vega, la
Valfermoso de Tajuña
ánimas, las
Caz, el
Molino, el
Nabas, las
San Roque
Virgen de la Vega, la
Ylada de la Camprea, la
Aldeanueba
Casilla, la
Coloma, la
Cozagón
Cuesta de Caspueñas, la
Fuente Francisco Lopez, la
Heras de pan trillar, las
Madilacho, el
Molino, el
muela, la
Peña del Abejar, la
Sendilla, la
Pajares
Barrancos, los
Carrueles, los
Cerro del medio, el
Cozagón
Molera, la
Sendilla, la
Barriopedro:
Camino de Valdepedro
camino de Valderrebollo
camino del Castillo
olmeda, la
oya de los majuelos, la
oyas, las
pruebas, las (termino de las pruebas)
Senda del Aberjal, la (luego dice: otra en dicho Albergal)
soto, el
Valderrueña
Taragudo:
Cañadas, las
Chorro, el
Requera, la
Valdeperez
Un comentario sobre “La fuente del Piojo, la Degollada y otros topónimos menores de Brihuega y alrededores”