Desde que la ortografía empezó a estar unificada, se convirtió en la marca de una persona culta. Y desde que se convirtió en la marca de la persona culta escribir de manera conforme a la doctrina ortográfica más aceptada (que, en general, será la de la RAE), las faltas de ortografía han sido utilizadas para hacer humor. Elena Álvarez Mellado habla en este artículo titulado “Baia, baia. La irreverencia ortográfica del meme” de este uso deliberado de la transgresión ortográfica, según ella (y estoy de acuerdo) “una de las señas de identidad de los memes en particular y de la lengua de internet en general”.
Hay quien se lo toma muy a la tremenda (no hay más que ver las reacciones a la publicidad de Chupachups: ¡Me se pierde la cabesa / cuando pillo un nata fresa!), y la RAE, en su Libro de estilo de la lengua española, recomienda que no se abuse “en exceso” de “las grafías desviadas o incorrectas y que estas se reserven únicamente para aquellos casos en los que su uso esté realmente justificado” (tomo la cita del artículo de Álvarez Mellado). En mi opinión, lo más arriesgado de este juego es que se puede usar para denigrar a otros hablantes con menos formación o de otras zonas, o burlarse de ellos.
Que es justamente lo que se hizo en el siglo XIX, cuando la burla ortográfica pasó de las mantillas a la mayoría de edad gracias a una prensa que no le hacía ascos a la brocha gorda. Lo veremos en esta entrada repasando simplemente las apariciones de “biba” y “biban” en la Hemeroteca digital de la Biblioteca Nacional de España (BNE). La idea es que si escribo “viva Prim” estoy dando vivas a Prim y muestro que soy partidaria de él y de su política, pero si escribo “biba Prim” o incluso “biba Prin” me estoy burlando de sus partidarios y probablemente, de paso, también de Prim.
Y es que buena parte de los usos de “biba” en la prensa del XIX se centran en mostrar lo incultos que son los partidarios de uno u otro bando, del constitucional o isabelino (partidarios de Isabel II) o del carlista o absolutista (partidarios de su tío paterno Carlos y, tras su muerte, de sus descendientes).
En 1838, el Fray Gerundio (13/11/1838) todavía muestra suavidad al narrar la reacción de dos constitucionales con buena formación frente a otros menos cultos:
Al lado del pabellon se lee un letrero escrito con carbon que dice: Biba la constitucion. El abogado compañero de penitencia reparó en que estaba escrito con B, pero yo le dije: “desengáñese vd., hermano, que lo mismo vive con B que con V.
Pero en 1843, un mensaje a los valencianos de la facción carlista (quizá es real; desde luego tiene características gráficas realistas, muy propias de escriptores menos hábiles) es reproducido “con la misma ortografia con la que está escrita” por El espectador (9/2/1843), El Eco del Comercio (10/2/1843) y El Constitucional (21/2/1843), periódicos partidarios de Isabel II, con toda la intención:
Valensianos. Tengo que manifestabos, la nueva notisia y orden resibida de un personage allegado de Fransia, enbiado de su superior y me dise que de á saber areinos Siudades, Villas y Pueblos y voluntarios, que pongamos satisfasion, segura que esta ya el dia de nuestra felisida que ya san rompido las cadenas de nuestra esclavitu y ayudado don Carlos Unico Rey osoluto y la Religion Católica apostolica Romana.
Albertiendome que manifieste que á quellos pueblos que nos darán ausilios lograrán por 4 años no pagar mas que media contribusion, Voluntarios, Semos españoles sagar el vigor como alcones y bamos á triunfar de una grandesa de tener un rey con religion tan justa y santa.
Buenos sidadanos poner atension, y Voluntarios Rialistas á compañarme al campo de onor arevocar los enemigos de lo altar y trono, y biba el Rey y biba la religion, Arbes (pero es Erves) 23 de Nero de 1843. = Comandante= Tomas Penarrocha (a) el Groc.
También va contra los carlistas un documento reproducido por el El Imparcial (9/8/1875):
En un sobre remitido á los voluntarios de Hernani por los carlistas que ocupan las posiciones desde donde hostilizan diariamente á aquella plaza, habia el siguiente oficio que recomendamos á nuestros lectores:
“Para Entregar ha los Boluntarios de Ernani.
Dios Patria y Rey Biba la Religion. Ay teneis una limosna para los boluntarios de ernani que están pidiendo socorro para las familias de ellos no qureais que somos tan malos de tos tenemos buena boluntad y como bosotros y cuantos eridos habeis tenido oy.
Dios guarde á V. muchos años.
El oficial de la habanzada de Piticar.
La generosa donacion de los carlistas consistió en algunos cuartos, 18 de ellos en ochavos.
Y en el periódico El Quijote (que presenta el maravilloso lema de “Este periódico se compra, pero no se vende”) el día 17/8/1894, se recogen estas irónicas “adhesiones” a la causa carlista, esta vez con seguridad puramente inventadas, “a la manera de” un inocente, un carlista de buena fe, un vascongado y El Zurdo (sobrenombre que sugiere que se trata de un delincuente, lo que el texto de su “adhesión” confirma). En el texto de “un carlista de buena fe” se encuentran gran cantidad de faltas de ortografía.
ADHESIONES
Señor delegado de la región de…
Los liberales son unos tales y unos cuales. ¡Vivan las caenas y viva Carlos VII! Conste, señor delegado, que yo soy un partidario más de la buena causa. Un inocente […]
Llo soi un carlizta de corasón i hestoi dispuesto ha derramar Mi sangre por don carloz y por el don Gaime. ¡Biba la rreligión y biba llo! Un carlista de buena fe.
Ofrecidose D. Carlos fueros respetar vascongado. Soy consecuencia carlista. Diome promesas Calbetón carrillo batiente. ¡Fueros vivan! Un vascongado.
Tengo ansias vivísimas de echarme al campo. La guardia civil me persigue por mor de unos cuantos robos que he cometido estos días. ¡Odio con toda mi alma á los esbirros de la restauración! ¡Viva, pues, Carlos VII y doña Berta, si se quiere! ¡Y abajo la guardia civil! El Zurdo.
El periódico El padre Cobos fue partidario del bando conocido como “moderado” (conservador pero no carlista), y se hicieron famosas sus “Indirectas”, entre ellas esta que sigue, dirigida contra los liberales y su líder Espartero (la alusión a los cangrejos se refiere a los partidos conservadores, incluidos los «moderados», que, decían los liberales, van para atrás):
Ochocientos nacionales alojados en la Universidad, me obligan á proponer una economía. La Universidad ya no necesita catedráticos. Las paredes se encargarán de enseñan á los estudiantes un curso completo de libertad, escrito con carbon. Por ejemplo:
“¡Biba la Costituzion!
Cayen todos los cangregos donde están los patriotas de Espartero.
Lo y zo Candido palomo.”
Otro uso de las faltas de ortografía en la prensa del XIX fue la burla, con frecuencia bastante gruesa, hacia hablantes de otras zonas y de baja formación.
El siguiente ejemplo utiliza la tipología de manuales de correspondencia. Estos manuales, de los que había muchos, proponían modelos de carta familiar, carta de negocios, incluso declaraciones de amor o peticiones de matrimonio. Daniel Cassany, en La cocina de la escritura, reproduce una de un manual de Nogales (sin fecha) “De un viudo de cierta edad a una joven soltera”:
Señorita: Aunque con pocas esperanzas de éxito, dada mi edad y condiciones, la gracia y la gentileza de usted me han cautivado hasta el punto de que, saltando por todos los obstáculos morales que hasta hoy me han detenido, me atrevo a dirigirme a usted pintándola, aunque con lívidos colores, el fuego de esta pasión, algo tardía, es cierto, pero no exenta de firmeza y de lealtad, unidas a una decisión inquebrantable de hacerla mi esposa […].
Compárese este modelo con el que propone en el Nuevo estilo para escribir y notar cartas amorosas (Madrid cómico, 5/9/1880):
Carta 1.ª De un soldado a una doncella de casa pudiente. Declaracion. “Mu señora mya y de mi más partecular apresio. Esta se dirige pa desirle á Vd. como habiéndola diquelao ayer mañana cuando diba al pienzo, que estaba Vd. azomá al barcon zacudiendo unas chinelaz, zentí unaz punsás mu juertes en la propia metá del pecho, y aluego unaz ganaz de retoserme el piscuezo pa verla á Vd. que ya se enteraria Vd. que jui golviendo la cabesa por toa la caye hazta golver la ezquina pa verla á Vd. y habiendo conzurtao el cazo con el cabo Peres que sabe de letra, y es hombre mu apañao y mu zabijondo pa esto del querer y de los afleutos se me ofresió pa ponerle á Vd. cuatro letraz que zon laz que le dirijo por el conduto de la donseya del tersero que ez paizana […] Y zin maz b. z. m. azta la muerte zu apazionao amante que lo ez, Frutoz Prohibido y Lopes”.
Carta 2.ª Respuesta: admitiendo. “Cabayero. Mea entregado la doncella del cuharto tercero su hatenta carta phor la que veho que mea ma huté. Si es verdaz que husté mea ma me hará husté el favor de probármelo, con su constansia, y entonces si se dina ablar ha mis papás no tendré inconve ni ente, hen ser suya. B. S. P. Inocencia Dudosa y Rodriguez. La contestacion por el conducto que husté sabe.”
Además de errores ortográficos (como la h o su ausencia, la b y la v o, en el caso de la doncella, la unión y separación de palabras), estas cartas contienen alusiones a una presunta pronunciación de personas de las clases bajas (aluego, golver), y probablemente de diferentes orígenes geográficos (a pesar de que no se dice nada de manera explícita). Este podría ser el caso del seseo/ceceo o la omisión de la -d- en el participio en la carta del soldado “Frutoz Prohibido y Lopes”. La imitación de lo que habría podido ser la escritura de personas con poca formación no está demasiado lograda, pues por ejemplo la doncella escribe correctamente “conducto”, el grupo -ns- en “constansia” y no se equivoca en ningún caso de b/v.
En un poema en que se imita la pronunciación andaluza, en un poema en El Rubí de Málaga (30/4/1846), llama la atención que, además, de marcarse elementos como el seseo, la omisión de fonemas finales de sílaba y palabra y de -d- intervocálica o el yeísmo, también se elige la b para “biba” o “beo”… cuando la pronunciación de <b> y <v> es igual y por tanto su aparición no parece que pueda responder a un deseo de reproducir una pronunciación específica del andaluz.
Son tus dientes ¡ay, gachona!
peasitos é requeson,
y la cara é tu presona
una frábica é turron.
Mas, serrana, tu meneo,
¡puñalá!
es la esensia é la sá.
¡Ay, jaleo!
¡Chiquiya, boy á espichá!
¡Ay, que me beo y no me beo!
[…]
¡Biba la la esensia é la sá!
¡Ay, jaleo!
¡Jesú, que voy á espichá,
y… me beo y no me beo!
Por último, recogemos un poema publicado en Madrid cómico (25/5/1895). Es, evidentemente, un puro ripio, en el que lo más llamativo no es el mal uso de b y v sino la mala calidad de los versos. No sabemos si es verdaderamente un poema creado con toda seriedad por alguien, pero podría serlo. Según el redactor, viene firmado con el seudónimo “El más bruto”, a lo que el redactor aduce que “eso ya pasa de modestia”, aunque reconoce que “es usted un abusador de la b de palo”, y pasa a reproducir tres estrofas, a cual más pedestre (el redactor usa incluso cursiva para hablar de estrofa, un recurso similar a nuestras actuales comillas):
El más bruto. -¡Hombre, por Dios, eso ya pasa de modestia! Lo que sí es usted es un abusador de la b de palo. Allá va la primera estrofa:
“Ya se está acabando la guerra
ya se ba acabando ya
gracias al general Martinez Campos
que se á ido para allá.”
[…]
Nuestros balientes soldados
que son un dechado de virtud y valor
pues siempre que han luchado
han vencido con todo su corazon.
Biba el soldado español
que es muy arriesgado y valiente
y biba la nacion
y toda la jente.”
Con este rápido repaso de la aparición de “biba” pueden verse algunas características del uso que se dio a las faltas ortográficas durante el siglo XIX, un uso que entronca con el uso actual y que habrá que seguir estudiando para comprender en todos sus matices. ¡Biba la prensa ke tales alegrias nos depara!
Belén Almeida
Imagen: creada utilizando la fuente Georgia y un fondo con color y textura semejante al de algunos papeles de periódicos del XIX.
Cómo citar esta entrada:
Almeida, Belén (2019): “¡Biba (en) la prensa del XIX!r”, TextoR. Blog del Grupo de Investigación Textos para la Historia del Español (GITHE). Recuperado de: https://textorblog.wordpress.com/2019/06/30/biba-en-la-prensa-del-xix/.
Para saber más:
Se ha consultado «biba» y «biban» en la Hemeroteca digital de la BNE.
El libro de Francisco Nogales una carta del cual reproduce Cassany en La cocina de la escritura (2011 [1995], p. 196) se titula Cartas Amorosas, y el sumario, que aparece en la portada, reza: «Cartas amorosas de mujeres y de hombres.- Declaraciones, peticiones, despedidas, citas, rupturas, etc.- Cartas de novios.- Cartas de pasión.- Felicitaciones, negativas y consejos.- Secretario de los amantes.- Dedicatorias en prosa y verso.- Frases amorosas célebres.»